Mi caballero

Mi caballero es el título del poema escrito por José Martí y que dedicara a su hijo José Francisco Martí Zayas Bazán recogido en el cuaderno Ismaelillo, sobrenombre con que el Apóstol solía identificar al pequeño, del que estuvo separado debido a su actividad revolucionaria.

El amor de Martí por su hijo siempre estuvo palpable en cada letra que le dedicó. Su amor de padre impregnaba consejos que le sirvieron para su formación como hombre justo en todo la extensión de la palabra.

Hijo:

Espantado de todo, me refugio en ti.

Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti.

Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras páginas, diles que te amo demasiado para profanarte así. Tal como aquí te pinto, tal te han visto mis ojos. Con esos arreos de gala te me has aparecido.

Cuando he cesado de verte en una forma, he cesado de   pintarte. Esos riachuelos han pasado por mi corazón ¡Lleguen al tuyo!

Estos versos muestran el amor infinito de Martí por su hijo y el dolor de no tenerlo cerca. José Francisco Martí Zayas Bazán fue para satisfacción de su padre un hombre sensible por eso sintió en lo más profundo de su corazón su pérdida.

Cuando el hijo de Martí se enteró de la muerte de su padre estudiaba en La Habana la carrera de Derecho Civil Canónico y residía con su madre en una modesta vivienda en Centro Habana. El hijo de Martí integró el cuartel general del Ejército Oriental bajo las órdenes del general Calixto García, durante toda la guerra y fue su ayudante. Participó en el combate de Victoria de las Tunas, en el de Daiquirí y otros más llegando hasta los grado de capitán. Integró el Regimiento de Artillería de costa de cuba. Fue jefe de lo que hoy podría decirse del avituallamiento de las tropas.

El hijo tendrá inteligencia porque la hubo del padre que lo creó: el hijo vivirá de amores porque en amores fue concebido y fecundado: la   alegría nace en el alma cuando la mañana nace en la tierra: todo vivo nace de vivo, y de ser noble todo el que alienta con nobleza. José Francisco Martí Zayas Bazán Pepe fue hasta el final de sus días un hombre con alto sentido de la justicia, a pesar de vivir momentos históricos diferentes a su padre, no defraudó la fe.

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