En el Ariguanabo se aplicó la vacuna contra la viruela

Tomas Romay, médico y humanista se reconoce en nuestro país como  el primer higienista cubano  por sus acciones de prevención de enfermedades y promoción de la salud. Su nombre se inmortalizó al propagar la vacuna contra la viruela en Cuba.

En febrero del año 1804 Tomas aplicó la vacuna en Santiago de las Vegas y la hizo llegar al municipio de San Antonio de los Baños. Así fue como se inmunizó contra la viruela en nuestro municipio. Al descubrirse la vacuna y aplicarse en el continente europeo, el Marqués de Monte Hermoso se interesó por ella y le consultó al Protomedicato de la Habana, institución de salud pública de la época, sobre si sería conveniente utilizarla en su pueblo.

La respuesta recibida por el Marqués orientaba aplazar su aplicación hasta la impresión, en Madrid, del documento que expresara los detalles del descubrimiento, origen y uso de la vacuna. Un año después el doctor Tomas Romay abandona las comodidades de su hogar y marcha hacia el interior de la Isla en busca del medicamento introducido con anterioridad en Cuba.

Los pobladores tenían miedo a la inoculación, término que se empleaba para referirse al hecho de inyectar y Tomas Romay inoculó públicamente a sus hijos en Santiago de las Vegas. Los habitantes confiados en la demostración accedieron a la vacuna y aquel pueblo se hizo impenetrable al contagio de la enfermedad.

En San Antonio de los Baños no ocurrió igual, Romay hizo llegar el medicamento pero los pobladores reaccionaron de forma negativa y muchos no se vacunaron, sobre todo la población campesina. Por este motivo los brotes de viruela en el municipio eran recurrentes. Ante esta situación las autoridades sanitarias locales tomaron medidas e impusieron la vacunación por el bien de la salud de todos, aunque en ocasiones se tomaron acciones extremas para lograr el cumplimiento de lo establecido.

Esta entrada fue publicada en información y etiquetada , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario