El Museo del Humor de San Antonio de los Baños ocupa una vieja casona de estilo neoclásico. Dicha institución, ubicada en las calles 60 y 45 fue propiedad del Marqués de Campo Florido, primero; y del conde de Palatino, después. El museo recoge una considerable tradición del humorismo gráfico cubano. La celebración en sus salas de las bienales internacionales del humor le han permitido contar con más de 10.000 originales, de más de 40 países, en diversos géneros, y variados soportes y técnicas, los cuales enriquecen y amplían su patrimonio.
Mantiene cuatro salas que muestran la evolución histórica del humorismo cubano, desde la época colonial hasta la actualidad. Además cuenta con otras dos salas transitorias que acogen exposiciones personales, temáticas, conmemorativas y concursos nacionales.
Entrar en la casona nos hace regresar a la colonia. Una puerta inmensa da paso a un salón en que se documenta al visitante de la exposición. Los pisos de mármol se confabulan con la arquitectura del espacio.
Ventanales con rejas visualizan el patio interior, lugar especial que sorprende al visitante por su belleza. Sentarse en él invita a la relajación. Las plantas perfectamente colocadas en combinación con los adoquines de la superficie hacen una combinación perfecta. De igual forma sucede con la enredadera de campanas blancas que perfuma el entorno.
En la pared que cierra la majestuosidad del patio muestra figuras emblemáticas del humorismo ariguanabense. El Museo del Humor es un lugar insigne de San Antonio de los Baños conocida el mundo entero como La Villa del Humor
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